La depresión es una patología dolorosa para la persona que la sufre, pero también puede generar malestar a las personas que acompañan, dado que se trata de algo difícil de entender y que genera incertidumbre, además cuesta encontrar un posicionamiento adecuado en el momento de brindar ayuda.

Sin embrago, el papel de la persona que acompaña es esencial gracias al apoyo que le puede ofrecer.

¿Qué puedo hacer para ayudar a una persona cercana/familiar ante una depresión?

1. Entender que la depresión es una enfermedad y aprender a conocer sus síntomas es fundamental.

Los síntomas de la depresión causan un gran sufrimiento a la persona que los padece, estos pueden variar según la persona. Algunos de ellos pueden ser:

  • Pérdida del interés o placer por la mayoría o todas las actividades habituales.
  • Sentimiento de tristeza generalizada.
  • Dormir en exceso o, todo lo contrario.
  • Cansancio y falta de energía.
  • Pérdida del apetito y con ello pérdida de peso o aumento del apetito y de peso.
  • Problemas de concentración.
  • Sentimiento de culpa.
  • Ansiedad, inquietud o nerviosismo.

2. Acompañamiento empático.

A veces la persona no tiene ganas de hablar ni de compartir nada. En esos momentos es necesario asumir ese rol de acompañamiento y saber respetar los silencios y sus tiempos, que sientan que estás ahí sin que se sientan presionados.

3. Establecer límites saludables.

Es natural querer ayudar a quienes están sufriendo, pero también es necesario saber que no eres la persona responsable de su recuperación. Mantener límites claros es beneficioso para ti como para la persona que estas ayudando. Apoyar no significa asumir toda la carga emocional de la otra persona.

4. Escucha activa.

Aunque respetar los silencios es importante, también es fundamental crear un ambiente en el cual la persona que está sufriendo se sienta cómoda expresando sus sentimientos cuando esté lista para hacerlo. Anima a hablar de lo que está experimentando y haz sentir que estás ahí para escuchar sin juzgar.

5. Ofrecer ayuda práctica.

Además de apoyar emocionalmente puedes ayudar a la persona con depresión en tareas prácticas y cotidianas que le resulten abrumadoras.

Pregunta específicamente cómo puedes ayudar.

6. Animar a solicitar ayuda profesional.

La depresión se trata de una patología tratable. El propio estado de la persona afectada puede impedir que vea la necesidad de buscar ayuda profesional, en estos casos nuestro acompañamiento puede ser fundamental, puede ayudarle a pedir cita o incluso acompañarlo.

Si crees que podemos ayudarte ponte en contacto con nuestro centro Plenimus.

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